jueves, 10 de agosto de 2017

LAS ROSAS DE TSU-LING

Yo siempre veía al sabio Feng pasear por el jardín de Tsu-Ling. Muchas veces era cuando tenia un caso para resolver. Pienso que venia al jardín para despejar su mente y tener una fácil resolución de los casos.

Hasta que una tarde, fue al jardín y todas, o mejor dicho, varias de sus rosas parecían marchitas. Pero como Feng tenia curiosidad por saber que había pasado, le dijo: 

-¿Que le ha pasado a tus rosas Tsu-Ling?-
 Y Tsu-Ling le respondió:
-Pues no lo estan, alguien echo sal en ellas-
-Pero... ¿Quien pudo haber sido?
-No necesito habilidades de deducción para saberlo-Dijo Ling
-Quizás pienses que fue Pao, pero yo se que tu enemistad con el es muy larga, pero el se dedica mucho a sus rosas-.
A lo que Ling respondió:
-No tengo otros enemigos, el es el único que pudo haberlo hecho-

Al otro día, Feng vino a hablar sobre lo que había pasado con Tsu-Ling, a lo que respondí:
-Si bien yo odio a Ling, no odio sus rosas. Es mas, me paso mucho tiempo creando maquinas para regalas y así tratar de igualar la belleza de sus rosas con las mias. Y le repito Feng, yo lo odio pero aun así, lo considero un un jardinero superior.

 A  los dos días Feng volvió al jardín de Tsu-Ling. Cuando Ling vio a Feng, le dijo que se iba a dedicar al cerezo y al jazmín.

Mientras seguían hablando, Feng hundía la pala en las raíces de las rosas muertas.A lo que Ling reacciono diciéndole: 

-¿Que haces sabio Feng?. Esto no es digno de tus habilidades. Ademas, ya sabemos cual fue el arma, y cual fue el culpable.

 Feng respondió:

 -Se quien es el culpable y cual es el crimen, pero no se cual es el arma.

 Feng seguía dando palazo tras palazo para hacer un pozo. Hasta que Tsu-Ling acepto decir la verdad:

 -Mi esposa solo tenia ojos para Pao, el vil jardinero, así que la mate con mis propias manos y enterré aquí. como su belleza se transmitía desde las rosas que crecieron sobre ella, no lo pude soportar, así que decidí arrojarles sal.Lo voy a esperar aquí con la policía imperial.-

A lo que Feng respondió:
-No lo haré porque con la pena que tienes que vivir por el resto de tus dias, con eso sera suficiente.-

 Una semana después, Feng volvió al jardín de Tsu-Ling pero su rosedal estaba rodeado por la maleza. Así que me vino a preguntar que le habia pasado y le dije:

-Hace tres dias a Tsu-Ling se le clavó una espina en la pierna y como la herida era tan profunda, murio a los tres dias-Entonces Feng me respondio diciendo:

-Hizo bien en no acercarse, amigo Pao. Las rosas de Tsu-Ling ya no necesitan jardinero.



FIN