La Mantícora
La Mantícora era oriunda de Egipto y vivió hace dos mil años. Tenía cuerpo de león, garras de tigre, cuernos de toro y alas de dragón. Era una criatura muy codiciada por los cazadores de esa época ya que era muy inusual y le gustaba comer humanos.
Generalmente la Mantícora atacaba a las personas más vulnerables de las aldeas: Niños y ancianos. Cada noche las aldeas tenían miedo de ser atacadas por este animal.
Una noche la Mantícora iba caminando, acechando para cazar, cuando vió a un hombre. Él era el jefe de una aldea, estaba meditando solo y no se dió cuenta del peligro que estaba corriendo esa noche. La violenta criatura atacó y mató al jefe de la aldea. Entonces los aldeanos, al día siguiente, cansados de todas estas tragedias, decidieron organizarse, armarse y salir en busca de la Mantícora asesina.
Después de tres días de búsqueda, algunos de los hombres de la aldea encontraron a la bestia, la rodearon y la hirieron con sus armas filosas hasta matarla. Cuando volvieron, exhaustos pero victoriosos, celebraron con sus familias porque ya podían vivir tranquilos. Sus hijos y ancianos ya no correrían riesgo de ser heridos o asesinados.